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¿Cómo ayudar a un hijo con mutismo selectivo?

Construye su entorno ideal…

Como hemos dicho varias veces, sin ser especialistas ni profesionales en el tema, sabemos por experiencia propia que uno de los pilares fundamentales para que el niño supere su mutismo selectivo es encontrar apoyo dentro de su entorno, ya sea familiar, escolar o de amigos. En nuestro caso no siempre fue así, sobre todo al principio. Cuando te dicen que tu peque tiene “Mutismo Selectivo” y te explican lo que es, tú a su vez, se lo cuentas a tu familia, a tus amigos, a las otras mamis del cole y sientes que muchos te miran como a un bicho raro.

Por desconocimiento, por ganas de ayudar y que no te preocupes demasiado sobre el tema, por minimizar el problema, cada uno con sus razones, pero de todas maneras no ayuda en nada que te digan: “qué tontería, es un invento de los psicólogos para sacarte dinero”, “Gael es tímido y qué?” “en mi época, había muchos niños calladitos y retraídos y ahora de adultos hablan normalmente”, “eso es porque es hijo único y está muy consentido”, y muchas otras frases de ese estilo, ¿verdad?

Tanto que al final, hasta te hacen dudar si realmente no será una exageración, incluso te planteas cambiarlo de escuela porque tal vez allí esté el problema… Sin embargo, ves actitudes y comportamientos en tu hijo y sabes, dentro tuyo, que algo no está bien, que se lo pasa realmente mal cuando alguien se le acerca y le dice “¿qué pasa? ¿te han comido la lengua los ratones?” Sin duda, una de las frases más desacertadas para decirle a un niño con mutismo selectivo.

👇 ¡Esto te interesa...!EL MÉTODO – PARTE 1 👉 EL PRIMER ESCALÓN

Aquí te dejamos 10 tips que pueden ayudarte a guiar un poco mejor a tu peque, para atravesar esta fase de su vida, de la que seguramente saldrá con éxito:

a little girl in a white dress is holding her mother's hand

Los 10 Puntos Clave…

1- No le des importancia a las críticas. Siempre va a haber alguien que te critique así que lo mejor es centrar todas tus energías en ayudar a tu hijo y no en intentar convencer a nadie de nada o discutir con quien no te entiende (o no quiere entender) del tema.

2- Rodéate de gente dispuesta a ayudar y apoyar. Cuánta más gente haya en el barco remando para el mismo lado mejor, y si no, pues que se bajen del barco porque te están tirando corriente en contra.

3- Promueve su socialización. Es fundamental que intentes quedar con niños y familias que sientan empatía por tu peque, que comprendan lo que le está pasando y tengan predisposición a ayudar, sino el niño lo nota enseguida y se cierra, desconfía, se siente inseguro e incómodo.

4- No te desanimes. Prueba una misma cosa varias veces y, si al final ves que no funciona, no te frustres, intenta con otra estrategia, otra frase, otra actividad, pero nunca bajes los brazos porque cada niño es un mundo, con sus tiempos, con sus gustos, etc. y con cada uno de ellos aun haciendo lo mismo, puedes tener resultados diferentes.

5- No lo obligues a hablar. A veces esto se nos olvida o lo hacemos sin darnos cuenta. Seguramente te ha pasado de decirle a tu niñ@ “te están hablando, contesta”. Por supuesto que ya sabe que le están hablando o preguntando algo y no es que no quiera contestar, simplemente es que no puede, no le sale, se bloquea. Y, al presionarlo, sólo consigues que se ponga más tenso, y tú también te estresas porque se genera una situación incómoda e innecesaria, lo decimos por experiencia propia.

6- No hables por él. Otro de los errores comunes, en el que todos o casi todos, como padres hemos caído en varias ocasiones. Al verlo que no contesta a una pregunta, en muchas oportunidades, reaccionamos enseguida respondiendo por él, y sin querer, no le hacemos ningún bien, todo lo contrario, estamos reafirmando su temor, su inseguridad, intensificamos su inhibición del habla y, por consiguiente, se reduce su autoestima. Eso sí, si te dice algo al oído, puedes decirlo tú en voz alta y eso no sería hablar por él sino trasladar lo que dijo para que la otra persona lo oiga.

7- Fomenta la confianza y seguridad en sí mismo. Para esto es necesario implementar rutinas que promuevan su autonomía, como aprender a vestirse solo/a, ordenar sus propias cosas, cortar los alimentos sin ayuda, lavarse los dientes, y muchos otros tantos hábitos, de la vida cotidiana, que lo van a hacer sentirse más seguro, autónomo, confiado y orgulloso de sí mismo. Siempre acompañado con palabras positivas, felicitándolo cuando realiza estas tareas, usando comentarios que lo incentiven a reforzar sus esfuerzos y autoestima, no solamente cuando logra hacer alguna de estas tareas, sino también cuando consigue emitir alguna palabra a alguien o cuando vemos que ha hecho alguna interacción social con alguien.

8- No lo sobreprotejas. Sobreproteger al niño con mutismo selectivo va muy de la mano con no fomentar adecuadamente su autonomía. Es muy importante que le des su espacio, su oportunidad de actuar y hablar por sí mismo, aunque le cueste, porque después de su esfuerzo ganará en confianza y autoestima.

9- Naturaliza el problema. Háblale naturalmente de lo que le pasa, de lo que siente, no hay de darle demasiada importancia al hecho de que no pudo expresarse verbalmente en alguna situación o lugar determinados. El peque no debe sentirse juzgado, presionado o que tiene algo mal en él. Por el contrario, hablando libremente de su mutismo selectivo podrá poner palabras a sus sentimientos, a su ansiedad cuando está frente a alguien y se siente “obligado” a hablar. Contarle nuestros miedos, nuestras inseguridades, y las de sus amigos, sus familiares, no para comparar sino para naturalizarlo, para que vea que es totalmente normal que a todos nos cueste hacer determinadas cosas, pero que no pasa nada, sólo que hay que identificar qué es lo que nos bloquea a hacer algo y enfrentarse a ese miedo, una y otra vez, hasta vencerlo.

10- Ten paciencia, constancia y perseverancia. Un ingrediente esencial para llegar como triunfadores en este camino. Es un proceso largo y no siempre hacia adelante, a veces se retrocede un poco, se cometen errores. Todo sirve para aprender de ellos y continuar con más fuerza que nunca. Recuerda que tu hijo necesita del apoyo de los que lo rodean y, sobre todo, de la comprensión, tranquilidad y el amor incondicional de nosotros, sus padres, que nunca vamos a dejar de luchar a su lado en cada obstáculo que le ponga la vida ¿verdad? 😉

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