Seleccionar página
girl, colors, holi

EL MÉTODO – PARTE 2 👉 La nueva coraza

Comenzamos…

Esta nueva fase de la metodología para ayudar a nuestro hijo Gael a superar su mutismo selectivo, la hemos denominado “La nueva coraza”. Y la llamamos así porque en esta etapa, se trataba de reemplazar sus miedos por una coraza de confianza y seguridad. ¿En qué consistía? Pues en exponerlo a nuevas situaciones, a nuevas experiencias y al aprendizaje de nuevas habilidades.

«LA NUEVA CORAZA” trata de reemplazar los miedos del niño por confianza y seguridad a través de la exposición a nuevas experiencias, el aprendizaje y dominio de nuevas habilidades.

El Método del Sapo Zen

¿Qué los paraliza a los niños con MS?

En el caso de nuestro peque, en el entorno donde presentaba el mutismo, es decir, en el colegio, en la escuela de Taekwondo y en lugares donde hubiese mucha gente (tanto si eran conocidos o no). No solamente no podía expresarse a través del habla, sino que además se mostraba muy rígido a nivel corporal, se lo veía con angustia, inexpresión facial, quería pasar totalmente desapercibido ante los ojos de los demás, se escondía en su “coraza” para que nadie viese como era él en realidad, para no ser el foco de atención.

Inconscientemente buscaba no exponerse a una situación de interacción, donde alguna persona pudiese llegar a preguntarle algo y se sintiera obligado a contestar. Otro mecanismo de defensa que tenía eran los bostezos. Sí, bostezos. Al principio pensábamos que era sueño o cansancio, sin embargo, luego nos dimos cuenta de que, en todas esas situaciones de tensión, bostezaba continuamente, una reacción automática de su cuerpo que no podía controlar.

👇 ¡Esto te interesa...!EL MÉTODO – PARTE 3 👉 En busca de la felicidad

¿De qué se trata “La nueva coraza”?

La idea, con nuestro hijo, era intentar sustituir, como hemos dicho anteriormente, todos esos miedos por un escudo de seguridad, de confianza en sí mismo y, por lo tanto, que eso le levantara la autoestima. Este proceso no fue para nada fácil y nos ha llevado bastante tiempo, de hecho, varios meses, porque teníamos que luchar contra su frustración constante. Cuando le proponíamos alguna actividad nueva, algún nuevo desafío y no lo lograba al primer o segundo intento, se enfadaba y frustraba mucho, de tal manera que “tiraba la toalla” enseguida y ya no quería volver a intentarlo. Inclusive sentía rechazo a salir a sitios donde no hayamos estado antes, como una feria, un espectáculo, etc. o realizar una experiencia diferente como montarse en alguna atracción de un parque de diversiones, probar una comida nueva para él, y tantas otras cosas.

A base un poco de insistir y otro poco forzado, fuimos no solamente proponiendo sino también, imponiendo retos que le suponían esfuerzo, repetición y constancia el hecho de poder llevarlos a cabo con éxito. Sin embargo, sabíamos que al final le gustarían y lo harían sentirse satisfecho consigo mismo y más autónomo. ¿Cuáles fueron esos retos? Varios, de a uno o dos a la vez para no agobiarlo, con mucha paciencia y siempre con ayuda del Sapo Zen que lo animaba y que le decía a diario que era perfectamente capaz de conseguirlo y lo felicitaba por sus logros del día anterior. Aquí os dejo algunos ejemplos…

boy in bicycle helmet sitting on gray wooden platform

Aprender a andar en bicicleta sin ruedines. Esta actividad le daba mucho miedo a Gael y nunca estaba predispuesto a intentarlo. Sosteniéndolo por ambos lados de su cuerpo y poco a poco, a medida que iba cogiendo equilibrio, lo íbamos soltando hasta que finalmente pudo hacer sus primeros metros en bicicleta, sin nuestra ayuda, ¡él solito y sin caerse!

Aprender a nadar. A base de juegos y diferentes materiales (pelotas, churros, aros, objetos para ir a buscar al fondo de la piscina, etc.). Siempre de manera lúdica, jugando y casi sin darse cuenta, Gael ya era capaz de aguantar la respiración varios segundos debajo del agua, se tiraba de cabeza en la piscina, nadaba sin miedo, tanto en la piscina pequeña como en la grande, donde ni siquiera llegaba con los pies al suelo… A tal punto disfrutaba tanto, que no quería salir del agua. Íbamos todas las tardes, durante más de dos horas y en un mes el cambio fue impresionante. Pasó de pisar con cautela los escalones de la piscina para meterse en ella, a tirarse con total confianza desde el borde, mantenerse a flote, acostado y totalmente relajado, nadar solo, sin apoyarse en ningún tipo de flotador, incluso él mismo pedía aprender otros estilos, como pecho o espalda.

👇 ¡Esto te interesa...!Mutismo Selectivo: Cómo Ayudar a Nuestros Hijos a Superar el Silencio

Aprender a leer. Con ayuda del Monosílabo, un mono muy gracioso que encontramos en YouTube que enseña a leer a los niños de manera muy lúdica y con vídeos cortos, de unos 10 minutos cada uno. Al hacerlo diariamente, 2 vídeos al día, nuestro niño en poco tiempo ya podía leer palabras fáciles y comenzó a interesarse por leer todo lo que veía a su paso: los carteles de las tiendas, los envases de la comida, los menús desplegables de la tele, y finalmente sus cuentos que tenía en casa. Otro reto superado.

Aprender a escribir en cursiva. Al principio fue bastante obligado, a cambio de una recompensa como una sesión de videojuegos o tele, puesto que no quería saber nada con escribir en letra cursiva. Le resultaba difícil, repetía las letras de mala gana, sólo para cumplir con una tarea impuesta para conseguir dicha recompensa. Al final, ya podía ver que de a poco iba escribiendo más fluido, hasta él mismo pedía que le enseñasen las letras que no habíamos hecho aun porque normalmente resultan las más difíciles de escribir en cursiva para un niño, como la k, la z o la w.

Aprender a realizar más tareas domésticas. Cocinar puede ser divertido si lo hacemos como un juego y eso intentamos con Gael. Era una forma también de participar en las tareas cotidianas de la casa, de ensuciarse la ropa y las manos (algo que hasta entonces no le gustaba para nada), de estar contento con algo que había hecho casi sin ayuda como un brownie, tortas fritas, tartas, filetes empanados, tallarines caseros… Comidas que le encantaban y que resultaba toda una satisfacción haberlas podido hacer y ¡comer su propio logro!

Un rayito de esperanza

Otra serie de cambios…

Otro de los puntos donde notábamos rigidez en Gael era en su hipersensibilidad sensorial a ciertas cosas, como por ejemplo el sol, el viento, los sonidos muy fuertes, determinadas luces (sobre todo si intermitentes), las etiquetas de la ropa, algunas comidas, el tacto con la arena, el sentirse las manos sucias, etc. Todas cosas que la mayoría de la gente te suele decir que son “manías” o caprichos, incluso nosotros mismos lo pensábamos al principio, hasta que nos explicó su terapeuta de que la hipersensibilidad sensorial es una característica muy común en los niños con mutismo selectivo.

La clave para que fuera superando paulatinamente esta hipersensibilidad, estuvo en mantenerlo siempre jugando y disfrutando del juego, así se entretenía durante largo rato sin preocuparse porque estuviese correteando en la arena debajo del sol, o le diera el viento en la cara. Al estar distraído con una actividad que le gustase mucho se relajaba y se iba flexibilizando poco a poco. Al efectuar estas actividades de manera repetida, con el correr del tiempo ya eran algo mucho más natural y cada vez fue poniendo menos trabas a la hora de querer salir a un parque, a la playa, a andar en bicicleta y otras propuestas.

Resultados en la autoestima

Evidentemente, habiendo logrado tantas cosas, su confianza y seguridad en sí mismo fue en aumento. Cada vez le fue dando menos miedo mostrarse y exponer lo que había aprendido a hacer. Los refuerzos positivos de las personas que lo rodeaban (y del Sapo Zen) que le decían palabras de admiración y felicitación, también ayudaron mucho a acrecentar su autoestima y convencerse de que con constancia y esfuerzo podía aprender a hacer muchas cosas solo.

Por eso, ya estaba preparado para hacer un pasito más y es lo que intentamos a partir de ese momento, que a partir de ese momento pueda identificar sus sentimientos, verbalizarlos, saber expresar sus emociones. ¿Cómo lo hemos hecho?

Te lo contamos todo en el siguiente post…

Descargo de responsabilidad

Aclaramos que esto NO sustituye de manera alguna un tratamiento psicoterapéutico para el MS y otros trastornos de ansiedad.

¿Quieres saber más?

Aprende El Método del Sapo Zen

 

Listen
webinar del Sapo Zen

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Los servicios de este sitio están diseñados para guiar a los padres. No proporcionamos tratamiento médico o psicológico. Para diagnósticos o tratamientos, por favor acude a un profesional sanitario. Al continuar utilizando este sitio, aceptas el descargo de responsabilidad.